Los juguetes son importantes para el bebé: lo ayudan a entretenerse y a desarrollarse física y psíquicamente. Sin embargo, dependiendo de la edad del bebé, algunos juguetes pueden volverse un riesgo. Por eso, antes de comprar o de darle un juguete a un bebé, hay algunos aspectos que debemos tener en cuenta:
Tamaño y forma: el juguete debe ser lo suficientemente grande para que el bebé no lo pueda tragar y, como consecuencia, ahogarse. Para probar el tamaño, podemos usar un papel higiénico: si pasa por el cilindro de cartón que tiene el papel higiénico, entonces no es lo suficientemente grande. Respecto a la forma, debemos fijarnos que tenga puntas redondeadas, para que el bebé no pueda lastimarse con los bordes.
Accesorios y partes: algunos juguetes son grandes pero tienen accesorios o partes que pueden sacarse y que son más pequeñas: por ejemplo, cascos, misiles, etc. Estos accesorios también representan un riesgo porque el bebé los puede ingerir. También debemos fijarnos que todas las partes estén bien juntas: los ojos de un peluche, por ejemplo, pueden estar débilmente atadas y el bebé puede llegar a arrancarlas.
Cuerdas: el juguete no debe tener una cuerda mayor a 18 centímetros. Cuerdas mayores a este tamaño representan un riesgo porque el bebé puede enredarse el cuello y ahogarse.
Fragilidad: no es bueno que el bebé tenga juguetes frágiles. Estos pueden romperse y el bebé puede tragar una de sus partes. También hay que fijarse que no tenga partes que el bebé pueda masticar y romper.
Recomendaciones de los fabricantes: muchos juguetes tienen en sus cajas una recomendación de los fabricantes sobre la edad que deberían tener los niños para usarlo. Es conveniente que los padres sigan las recomendaciones, ya que no sólo tienen que ver con la complejidad del juguete y el entretenimiento que puede aportarle al bebé según su edad, sino también con factores de seguridad.
Cuidado con los juguetes comprados en ferias: muchas veces, los juguetes que se compran en las ferias no cumplen los requisitos de seguridad que tienen los juguetes de fábrica. Esto puede ser porque son manufacturados o porque ya están viejos y son más propensos a romperse. Por eso, a la hora de comprar un juguete en una feria, conviene analizarlo muy bien de acuerdo a las pautas citadas anteriormente.
Cuidado con los globos inflables: nunca hay que darle globos a los bebés. Ellos pueden explotarlos o masticarlos y corren riesgos de asfixiarse.