A veces nos pasa que visitamos al médico y nos asustamos prematuramente ante sus palabras. Escuchamos "usted tiene un soplo cardíaco" y nos alarmamos sin esperar el diagnóstico completo y las recomendaciones del especialista. Pensamos que con esas palabras ya nos está indicando una grave enfermedad. Sin embargo, no todos los soplos indican un problema mayor, y muchos de ellos son inofensivos. Por ese motivo, cuando se escucha un soplo cardíaco se suelen requerir estudios complementarios para establecer su causa.
¿Qué son los soplos cardíacos?
Los soplos cardíacos son ruidos producidos por la sangre al circular por las válvulas o vasos sanguíneos del corazón. Generalmente, los médicos los identifican a través de un análisis con el estetoscopio.
Algunos soplos son inofensivos y no representan ningún síntoma de enfermedad. Estos soplos se llaman funcionales o inocentes, y es muy común que los encontremos en los más chicos. Los soplos inocentes no requieren ningún tipo de tratamiento, y en el caso de los chicos es frecuente que se les vayan cuando sean adultos.
Otros soplos, los llamados significativos, son síntomas de alguna enfermedad cardíaca. Para determinar el tipo de soplo y las causas que lo producen, el médico suele realizar análisis complementarios. Algunos de ellos pueden realizarse en el consultorio, mientras que otros requieren nuevos estudios, como la radiografía de tórax, el electrocardiograma y la ecocardiografía.
¿Cómo tenemos que actuar ante un soplo?
Si nos detectan un soplo cardíaco, lo único que tenemos que hacer es seguir las indicaciones del médico y no alarmarnos por adelantado. Él es el más capacitado para guiarnos, y debemos confiar en su diagnóstico. Debemos realizarnos los estudios complementarios si los pide y obedecer sus recomendaciones cuando tengamos un diagnóstico más detallado.