La llegada de un nuevo hijo, además de un motivo de felicidad, es también un nuevo desafío para los padres. No sólo porque ahora el trabajo aumentará, sino porque hay que enseñarle a los chicos a comportarse como buenos hermanos. Y para que lo logren, primero habrá que eliminar las manifestaciones de celos entre ellos. En esta nota damos algunos consejos para evitar esos primeros síntomas de envidia.
Preparando la llegada del bebé
Una vez que la madre conoce su embarazo, ya puede comenzar a preparar psicológicamente el terreno para la llegada del nuevo hijo. Según los especialistas, los celos entre los hermanos surgen por el deseo de tener el amor exclusivo de los padres. Por eso, es bueno que antes de que llegue el nuevo bebé se explique a los otros hijos que no van a ser reemplazados, y que el amor que los padres sienten por ellos siempre será único y especial. A pesar de eso, los niños deben entender que el bebé, en sus primeros meses, absorberá mucho tiempo de la madre, ya que los bebés no pueden hacer casi nada por su cuenta.
También es bueno motivar a los hijos con su nuevo rol. Conviene decirles que ahora que serán los hermanos mayores deberán proteger al bebé, quien por su corta edad estará indefenso. Es mejor ir generando el vínculo entre los hermanos desde temprano.
Después del nacimiento
La primera vez que los niños van al hospital a ver a su nuevo hermano, es mejor que la madre este con los brazos libres y que el recién nacido esté con otra persona. Así, la madre podrá abrazar a sus hijos, de manera que ellos no sientan desde el primer momento que fueron dejados de lado. También en este momento los hermanos notarán que el bebé recibe muchos regalos. Por eso, es bueno que haya también algún regalo para los mayores.
Los padres deben tener presente que al principio los niños no saben cómo tratar a un bebé. Ellos intentarán jugar con él de la misma manera que juegan con sus amigos. Por eso, hay que enseñarles que un bebé requiere mucho cuidado y juegos sutiles. Cuando un hermano se decide a jugar con el recién nacido, los padres deben alentarlo y felicitarlo. Si también quiere sostenerlo, es bueno que lo haga, siempre y cuando los padres lo supervisen. De este modo, el hermano mayor comenzará a construir un vínculo con el bebé.
Ya dijimos que el bebé absorberá mucho tiempo de la madre. En consecuencia, es importante que los padres dediquen a los otros hijos por lo menos media hora de tiempo exclusivo varias veces por semana, para que no sientan que no les prestan atención. En los casos en que alguna actividad no pueda ser realizada, es conveniente que no se diga que es porque "el bebé está durmiendo" o "el bebé tiene que quedarse con mamá". Esto predispondrá mal a los hermanos, por lo que habrá que buscar otras justificaciones.
Todos estos consejos apuntan a ayudar a que los hermanos establezcan una mejor relación. Sin embargo, los padres no deben esperar que desaparezcan los conflictos entre los hermanos. Los celos entre hermanos son parte del proceso de maduración. Los padres deben acompañar a sus hijos en este proceso guiándolos y apoyándolos para que tomen mejores decisiones.